Aclararemos el significado de estos dias tan controversial:

El Shabbat palabra en hebreo dada al dia que El Elohim descanzo en la creación según el libro de Bereshit(Genesis) se le dio un nombre que nada tiene ver con el origen y significado “Reposo” (mal llamado sabado) pero que significa Sabado?

Sabado: Primeramente la verdad al saberla al descubrirla golpea, es dura,

a. Primeramente Roma su primer nombre fue Saturnia la ciudad de saturno, saturno era conocido tambien como Kronos y era conocido como el primer rey de Babilonia, Belus, desde luego , es la palabra griega para Baal, que asi es conocido generalmente “Era un principio esencial del sistema babilonico que el sol o Baal era el unico dios.Saturno era conocido tambien como Lateinos, y Lateinus era identificado como “hijo del sol”, osea Roma derramo sobre varias cosas su paganismo Saturnalia que tambien proviene la festividad de navidad(Vea fiestas paganas)

b. Saturn (o) en ingles se le identifica mejor Satur-Day dia de saturno, ahora, sabado no quiere decir Shabbat el nombre que El Eterno dio al dia de reposo. Sabado es deribado al español para asi exaltar el dia dedicado a saturno dedicado al dios pagano de Roma.

Domingo: para muchos han acogido al domingo como el dia del Señor, por ejemplo en Revelaciones (Apocalipsis) 1:10:

“Yo estaba en el Espiritu en el dia del senor, y oi detrás de mi una gran voz como de trompeta.»

Como podemos apreciar en este escrito no se refiere a sabado o domingo, por lo tanto la frase griega”Dia del Señor” hay que entenderla desde las perspectivas hebreas como “ Yom YAHWEH” se refiere a un periodo de tiempo en el cual apareceran los juicios de YAHWEH.

Ahora domingo: por otro lado no fue hasta el siglo segundo, con uno de los llamados Padre de la iglesia que comenzo a intepretarse la palabra en griego “Kiriake” (Escrito en griego)que se entiende como el dia del Señor, como domingo relacionandolo cuando el Señor Jesús Resucito, dando relacion a este dia con el dia en que las mujeres fueron al sepulcro en el primer dia de la semana, que en latin es “dominica” o “dominicus dies” que significa : “dia del señor” o sea domingo. Ahora a que se refiere en este caso “dominicus dies” el dia de cual señor??, por supuesto que no es Elohim (Dios) de Yisrael, por supuesto que El no se le rebelo a Roma sino que a Yisrael, aquí “Dominicus dies” se refiere al sol invictus que era una de las divinidades pagana adoradas por los romanos bajo el nombre oficial de “Sol Invictus Mitra” , es muy bueno relacionar y destacar so significado en ingles “Sun-day” dia del Sol” asi que domingo proviene de el llamado Dominicus Dies” sol invictus, dia del sol.

En este articulo deseamos llegar a lo profundo de su vida Espiritual para que nuestro pueblo nuestros amados hermanos creyentes en Jesús sea Restaurado y reciba las ricas y abundantes bendiciones que El Elohim de Yisrael tiene para todos aquellos que han sido injertados en su Pueblo Yisrael.

La cuestión de cómo y cuándo el primer día de la semana (el domingo) llegó a ser adoptado por la mayoría de los cristianos como día de reposo y culto, en lugar del Shabat mal llamado debido a una deidad pagana como sábado ordenado por la Biblia, ha sido ampliamente debatida. Sobre todo en estos últimos años, numerosos estudios, incluyendo varias tesis doctorales, han vuelto a plantear este importante problema. Estos renovados esfuerzos por averiguar las bases bíblicas e históricas del origen de la observancia del domingo reflejan el deseo de devolverle su vigencia y validez en un tiempo en que las presiones sociales y económicas están amenazando su supervivencia.

1. Panorama histórico sobre el origen del domingo Según la iglesia cristiana dice que es “el dia del Señor”.

La adopción de la observancia del domingo en lugar del Shabbat-sábado ha sido tradicionalmente atribuida a la autoridad eclesiástica, antes que a un precepto o mandato bíblico. Tomás de Aquino, (m.1274), por ejemplo, afirma categóricamente: «En la nueva ley la observancia del día del Señor tomó el lugar de la observancia del sábado, no en virtud del precepto (el cuarto mandamiento Deuteronomio 5:12) sino por institución de la Iglesia .» La misma opinión fue reiterada tres siglos después en el Catecismo del Concilio de Trento (1566), que dice: «Ha parecido bien a la iglesia de Dios que la celebración religiosa del sábado(Shabbat en Hebreo) fuese transferida al día del Señor.( domingo-pero que señor??)» Durante las controversias teológicas del siglo XVI, los teólogos católicos apelaron frecuentemente al origen eclesiástico del domingo para demostrar el poder que tenía la Iglesia para introducir leyes y ceremonias.(Recordemos Daniel 7:25)

Algunos ecos de tales controversias pueden ser detectados hasta en la famosa Confesión de Augsburgo (1530), en la que Martin Lutero declara: «Ellos (los católicos) alegan que el sábado ha sido cambiado por el domingo, aparentemente en contra del Decálogo. No hay un ejemplo al que se refieran más a menudo que al cambio del día de reposo. Y dicen, ¡grande es el poder de la Iglesia, puesto que ha anulado uno de los Diez Mandamientos!»(Deuteronomio 5:12) y la iglesia catolica comprueba lo que Daniel profetizo que alguien iva a cambiar los tiempos)

El segundo punto de vista considera el domingo como una institución eclesiástica independiente del cuarto mandamiento. Entre los defensores de esta opinión, unos sitúan el origen del domingo en la era apostólica y otros más tarde. Ambos afirman que esta institución fue introducida por razones principalmente prácticas, concretamente para dar al pueblo el tiempo libre necesario para asistir a los servicios religiosos. Esta opinión ha fomentado, en general, un tipo de observancia del domingo más permisivo, en la que se autorizan el trabajo, los deportes y las diversiones. Los máximos exponentes de esta posición son: la Iglesia Católica, Lutero (m. 1546), con algunas diferencias Calvino (m.1564), William Tyndale (m. 1536), Thomas Cranmer (m. 1556), John Prideaux (m. 1650), Hugo Grotius (m. 1645), Franciscus Gomarus (m. 1641), Peter Heylyn (m. 1662), John Cocceius (m. 1669), John Milton (m. 1674), John Samuel Stayk (m. 1710), Edward Evanson (m. 1805), Richard Whately (1830), C. C. L. Franke (1826), William Domville (1850), y E. W. Hengstenberg (m. 1869).

La controversia en torno al origen y la naturaleza del domingo sigue en pie. Por todo el mundo las iglesias y concilios fomentan la abolición de la Torah-Ley , si somos seguidores del Mesias Jesús el que hablo en el libro de Mateo 5:17 que dice:

5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

El personalmente aclara que la Torah-Ley no se abrogo o el mismo la vino a terminar, o caducarla, y continua el verso 5:18

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
El, Jesús mismo dio su pauta de su ministerio, vino a cumplir, que vino a cumplir???

Vino a cumplir la promeza que Elohim hizo a Abraham, Genesis 12:3

“En ti seran benditas todas las naciones de la Tierra”

Yahoshua (Jesús) Vino a cumplir el pacto del Eterno, y prometido en Jeremias 31:31, un nuevo PACTO, que El mismo cumplio en su sangre, de dar salvacion a los gentiles (Efesios 2:11)
Estas leyes de descanzo en domingo y dedicarlo para ir a la iglesia y adorar en el “Dia del Señor” todavía se siguen publicando, Por consiguiente el domingo es (según ellos) el «sábado» que los cristianos deberían observar de acuerdo con el cuarto mandamiento. Los partidarios de la otra posición,los que de verdad entienden los mandamientos y buscan como santificar sus vidas al Señor, niegan toda base bíblica para la observancia del domingo, y rechazan cualquier relación entre el domingo y el cuarto mandamiento. Mantienen que, contrariamente al Shabbat-sábado, el domingo no surgió como día de reposo sino como un tiempo para dedicar al culto,(sol invictus-dios mitra romano) antes o después de las horas de trabajo. El domingo se convirtió en un día de descanso en el siglo IV, como consecuencia del decreto de Constantino en el concilio de Nicea del año 321. No hay acuerdo entre los defensores de esta tesis acerca de la fecha concreta del origen de la observancia del domingo.

Roma y el origen del domingo

La introducción de nuevas festividades religiosas, y entre ellas el domingo, sólo podía llevarse a cabo en una iglesia que hubiese roto sus lazos con el judaísmo, desde muy pronto y que, al mismo tiempo, actuase con una poderosa autoridad propia. Como hemos visto, esa iglesia no puede ser la de Jerusalén. Desde el año 135 esta iglesia perdió su prestigio religioso y casi desapareció en el olvido, por lo que no pudo de ninguna manera ser la promotora de tan importante cambio. La iglesia que podía hacerlo era la de Roma. La iglesia de la capital del Imperio reunía todas las condiciones sociales, religiosas y políticas necesarias para abandonar el sábado como día de culto y substituirlo por el domingo.

Características de la iglesia de Roma. A diferencia de las iglesias orientales la iglesia de Roma estaba compuesta principalmente de miembros de origen pagano. En su epístola a los Romanos Pablo lo dice explícitamente: «Porque a vosotros hablo, gentiles» (Ro. 11:13). El resultado fue que en Roma, como dice Leonard Goppelt, «encontramos un abismo entre la iglesia y la sinagoga, cosa desconocida en las iglesias orientales.» El origen gentil de la membresía contribuyó aparentemente a una diferenciación muy temprana entre cristianos y judíos. En el año 64, por ejemplo, Nerón distingue claramente a unos de otros, al acusar de incendiarios exclusivamente a los cristianos. El que este distanciamiento entre cristianos y judíos se haya producido antes en Roma que en Palestina sugiere la posibilidad de que el nuevo día de culto se introdujese en Roma como un importante elemento diferenciador. Para comprender las causas de este proceso, necesitamos echar un vistazo a las relaciones entre el Imperio y los judíos en aquel tiempo.

A partir de la primera sublevación de los judíos contra Roma (66 a 70 d. C.) ésta les impuso varias medidas represivas de orden político, militar y fiscal. Con ellas pretendía contener el resurgimiento del nacionalismo judío, que con amagos violentos habla intentado aflorar también en Mesopotamia, Cirenaica, Egipto y Chipre. Según los historiadores de la época, más de un millón de judíos fueron ejecutados sólo en Palestina entre las dos guerras (70 y 135 d. C.). Vespasiano (69-79) abolió el sanedrín y el sumo sacerdocio; hacia el año 135 Adriano prohibió la práctica del judaísmo, y en particular la observancia del sábado. En el terreno fiscal, los judíos fueron objeto de impuestos discriminatorios (el fiscus judaicus), introducidos por Vespasiano e incrementados primeramente por Domiciano (81-96) y más tarde por Adriano (117-138 ).

Esas medidas represivas se hicieron sentir intensamente en Roma, según se desprende de los comentarios anti-judíos de escritores como Séneca (m. 65), Persio (34-62), Petronio (hacia 66), Quintiliano (35-100), Marcial (40-104), Plutarco (46-119), Juvenal (hacia 125) y Tácito (55-120), todos ellos residentes en Roma durante su vida profesional. En sus escritos denigran a los judíos en sus particularidades sociales y culturales, ridiculizando especialmente la observancia del sábado y la circuncisión, como ejemplos de superstición degradante.

La creciente hostilidad del populacho romano contra los judíos obligó a Tito, aunque «contra su voluntad» (invitus), a expulsar de Roma a la judía Berenice, una hermana de Herodes el Joven, con la que Tito quería casarse. El problema judío, como vimos, se agudizó particularmente en tiempos de Adriano como resultado de sus leyes en contra del judaísmo. Todas estas circunstancias, además de los problemas ya existentes entre judíos y cristianos, favorecieron la aparición de una literatura «cristiana» anti-judía, y el desarrollo de una teología de rechazo y desprecio por todo lo hebreo. Una de las consecuencias prácticas de esta situación fue la substitución de todas las festividades judías características, entre ellas la Pascua y el sábado, por fiestas nuevas como el domingo.

Roma y el sábado. El epicentro de este desarrollo fue la iglesia de Roma. Para que los cristianos abandonasen la observancia del sábado y adoptasen la del domingo se tomaron una serie de medidas de índole teológico, social y litúrgico. Teológicamente, el sábado ya no se presentó como una norma universal, sino tan sólo como un precepto mosaico que, según Justino Martir, Dios había impuesto exclusivamente a los judíos «como una señal que los marcase en castigo merecido por sus muchas infidelidades.» Socialmente, el sábado, que era celebrado por tradición con alegría y banquetes, fue convertido en un día de ayuno y penitencia.

El papel desempeñado por la iglesia de Roma en favor del ayuno sabático está muy bien documentado en textos del obispo Calixto (217-222), Hipólito (170-236), el obispo Silvestre (314-335), el papa Inocencio I (407-417), Agustin (354-430) y Casiano (360-435). Este ayuno no sólo tenía la misión de renovar el pesar del cristiano por la muerte de Cristo, sino también, como escribió claramente el obispo Silvestre, la de demostrar su desprecio por los judíos (“exsecratione Judaeorum”), y por su celebración del sábado («destructiones ciborum»). El desagrado y malestar resultantes del ayuno tenían como fin evitar a los cristianos «la apariencia de guardar el sábado con los judíos», y ayudarles a entrar con más anhelo y alegría en la observancia del domingo. Litúrgicamente, el sábado se convirtió en un día secular, en el que ni siquiera estaba permitida la celebración eucarística, puesto que tomar el pan y el vino de los emblemas hubiese sido quebrantar el ayuno.

Parece ser que el ayuno sabático semanal surgió como una generalización del ayuno del Sábado Santo, celebrado en Pascua por todos los cristianos. Tanto el uno como el otro, tenían como finalidad no sólo recordar los sufrimientos de la Pasión de Cristo, sino también la maldad de aquéllos que se los ocasionaron, es decir, los judíos. Además, el hecho de que el significado y las funciones del ayuno sabático semanal y anual por una parte, y del domingo semanal y pascual por otra aparezcan tan íntimamente relacionados en los escritos de los Padres, hace pensar que esas prácticas se originaron más o menos simultáneamente como parte de la celebración de Pascua. Por lo tanto, interesa descubrir la fecha, el lugar y las causas que dieron origen a la celebración del domingo de Pascua, como posible antecedente de la observancia del domingo semanal.

Conclusión

La observancia del domingo para substituir al sábado no se produjo en la iglesia de Jerusalén por iniciativa apostólica para conmemorar la resurrección de Mashiaj, sino en la iglesia de Roma a principios del siglo II y como resultado de un concurso de circunstancias. Una serie de factores políticos, sociales y religiosos–similares a los que impulsaron a la adopción del 25 de diciembre como conmemoración del nacimiento de Cristo–convirtieron el domingo en el nuevo día de culto.

¿Qué hacer, pues, para educar y motivar a los cristianos para que observen el shabat como un día entero de descanso, adoración, confraternidad y servicio, y no como una simple hora de asistencia ocasional a los servicios religiosos de una iglesia? El propósito de nuestro estudio es favorecer el descubrimiento y la vivencia personal del significado, las funciones y las bendiciones del séptimo día bíblico, el sábado: un día cuya finalidad no es la de dar lugar a una hora de culto en la que disociarse o segregarse de los demás, sino la de proporcionar 24 horas en las que reposar, adorar, confraternizar, y servir al necesitado.

Nuestro estudio nos ha mostrado que el principal objetivo del sábado es que descansemos de nuestro trabajo diario para que podamos encontrar reposo en Elohim. Al liberarnos de nuestras ocupaciones laborales, el sábado nos da tiempo para Elohim, para nosotros mismos y para los demás, y nos permite disfrutar a la vez de la presencia divina y de la fraternidad humana.

La diferencia entre el sábado y el domingo no está, pues, solamente en el nombre o en el número del día. Es una diferencia de autoridad, de significado y de experiencia. Es la diferencia entre una festividad establecida por el hombre y el día kadosh fijado por YAHWEH Elohim. Es la diferencia entre un día dedicado a la complacencia personal y un día dedicado al servicio de YAHWEH y de la humanidad. Es la diferencia entre un día de desasosiego y un día de reposo para la inquietud humana.

Bueno después de poder compartir con usted esta información, pedimos al Ruaj Hakodesh que ministre la vida que sienta en su Espirito que tiene que haber un cambio de Restauración, volver a las Raices de nuestra Fe.

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